Reacios al aprendizaje, ¿cómo crecer laboralmente?

En mis años de experiencia en marketing, he conocido y trabajado con todo tipo de personas. Desde el más experto y con mejor criterio, hasta el más junior que está en un proceso de aprendizaje y es nuevo en el campo laboral, con esto, quisiera entrar en un terreno del que pocos hablan abiertamente, pero muchos se quejan entre sus círculos: La preparación laboral de las personas.

Hay hojas de vida que nos venden amplia experiencia laboral, pero llevadas a la práctica, nos damos cuenta de las deficiencias en la gestión, ¿saben cuánto le cuesta a una empresa una persona ineficiente? No solo hablamos de presupuesto salarial, habla también de tiempos, procesos, proyectos fallidos y pérdidas en la cartera de clientes, que por ende traen consigo una mala reputación, tanto personal como para la empresa en sí. Esto puede dar miles de temas de discusión porque se divide, en miles de otros problemas internos.


Mi punto es el siguiente: todos, absolutamente todos, empezamos de cero alguna vez, algunos con más habilidades, otros con más posibilidades, pero nadie nunca ha nacido sabiéndolo todo, incluyéndome, para la primera vez que tenía oportunidad de trabajar en marketing, hice la mentira piadosa de decir que manejaba Excel, por la necesidad de trabajar; en realidad nunca lo había aprendido por falta de interés. Eso sí, al conseguir el puesto, me puse en ardua campaña para aprender y aplicarlo, en cuestión de 1 o 2 meses ya podía hacer fórmulas y sacar números, reconozco que me costó un poco debido a que no me generaba interés.


Hay personas, que a pesar de ser juniors o de hacer figurar interesantes hojas de vida, son reacios al aprendizaje continuo. Estas mismas personas son las que traban los procesos de trabajo cuando en el equipo tenemos a gente capacitada, comprometida y dedicada a hacer los mejores proyectos. ¿Se han preguntado por qué son reacios a aprender?, ¿por qué están allí si realmente no les interesa? Yo sí, lo hago siempre. Encuentro muchas respuestas, ninguna me satisface realmente.


Siento algo de frustración al intentar enseñar cosas que pueden optimizar los procesos de trabajo o destacar de manera muy positiva las campañas digitales que realizamos y no obstante, como se dice, “hablo con la pared”. Esto aplica a todos los entornos de la vida, no solo el laboral.
Entonces, ¿qué debemos hacer con esas personas reacias al aprendizaje?, ¿cómo lo solucionamos?, ¿cuál es el costo de trabajar con personas de ese perfil?. En todos estos años, lo que sí he aprendido es que cada persona tiene su proceso y su tiempo, pero si pasado un tiempo prudente no se ve mejoría, es ahí donde comienzan los sentimientos negativos.


¿Cómo mejorar eso?, porque depende de todos, que hagamos un impecable trabajo. Sigo en búsqueda de respuestas que puedan ayudarme a comprender mejor cómo lidiar con las personas que no tengan interés en el campo que trabajan o que se mantengan en la posición de hacer las cosas solo porque deben hacerlas, sin sentir esa necesidad de "aportar algo más”, “algo de valor" a su trabajo, a su vida. Después de todo, como una vez supe de las sabias palabras del padre de una colega, decir en esta vida, hija, te pueden quitar todo, pero nunca lo que hayas aprendido. Nunca olvidaré esas palabras, el compromiso es algo que debe nacer de uno mismo. La determinación depende de cada uno de nosotros.
Elegir entre la mediocridad o el salir adelante y aprender sin cansancio, siempre será opcional y está directamente ligada a las dos anteriores.

Escrito por: Adriana Casanovas,Planner Digital  de Ojo de Pez.

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